Mientras en la Mina Santa Ana de Curanilahue están a la espera de que llegue un empresario que los saque de la quiebra y vuelvan a los trabajos, en Concepción se realizó una actividad centrada en el conflicto que los trabajadores tuvieron en agosto, cuando se encerraron por sueldos y cotizaciones impagas.
En la ocasión el arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, criticó las políticas laborales a las que fueron sometidos. «Al ser empresario se debe tener en cuenta que no se trabaja con cosas, sino con personas. La cuestión social es clave», manifestó
Con respecto al momento en la mina, Luis Chandía, presidente del sindicato, señaló que «estamos en cursos del Sence y recibiendo manutención».
«Creemos que llegará un proyecto viable, ya que la mina tuvo buenos dividendos, pero quebró por una mala administración», señaló Chandía.