Hasta cerca de medianoche se prolongó la serie de conversaciones entre dirigentes de la mina Santa Ana, el síndico de quiebra Tomás Andrews, y representantes del gobierno regional.
Las reuniones se desarrollaron en la Municipalidad de Curanilahue, y el edil, Luis Gengnagel entregó las condiciones para que las partes puedan ir solucionando en gran parte sus diferentes apreciaciones respecto al cumplimiento del Protocolo de Acuerdo firmado en Agosto del año 2015. Si bien los ex trabajadores continúan apostados al interior mina, la aclaración de diversos puntos en conflicto abrió una puerta para que junto a la máxima autoridad de la Región del Bio Bio se pueda destrabar el conflicto y se permita trabajar en conjunto una probable alternativa que dejaría conformes a los 180 mineros y sus familias. Al termino de la extenuante jornada de diálogos, el jefe comunal expresó que este encuentro «resultó ser muy esclarecedor y altamente positivo». Gengnagel señaló que «agotaremos las instancias para propiciar el diálogo con las autoridades, en definitiva lo que hay que resolver es el problema de fondo, no aumentar la cesantía y tratar de salvar la fuente laboral».
Luis Leonardo Chandia Diaz afirmó que «hemos logrado avanzar en algunos puntos, sin embargo queda claro que a nuestro entender el protocolo solo se ha cumplido en un 40 por ciento. Tener una clara visión de cómo se va a reactivar la mina y cumplir con los compromisos pendientes permitirá que nuestros compañeros accedan a desalojar el interior del yacimiento». El síndico de quiebra Tomas Andrews explicó a los mineros que el proceso tenía una particularidad respecto a «otros casos que lleva adelante en todo el país, ya que en esta quiebra los trabajadores cuentan con beneficios e ingresos que en otras empresas que han cerrado, no se otorgan.»