Frente a esta situación, el alcalde de Lebu, Cristián Peña, manifestó su inquietud por la situación que margina del mercado público a transportistas locales que también podrían prestar el servicio de camiones aljibe.

«Los recursos que el gobierno regional invierte en la distribución de agua por el déficit hídrico es indispensable para el sector rural, por lo mismo, creemos que la participación que tengan los transportistas en la prestación de este servicio debe ser más equitativa. Entendemos las complejidades que tiene el mercado público, pero es necesario que se tomen los resguardos para que la licitación de estos servicios no se concentre en un solo proveedor, quien al final termina subcontratando a otros, encareciendo el servicio y sin que exista posibilidades de participación de los proveedores locales en este mercado”.

La Municipalidad de Lebu hoy cuenta con cinco camiones aljibe que distribuyen agua potable a 280 familias de 25 sectores rurales de la comuna. Uno de ellos es propiedad del municipio, mientras que los cuatro restantes son contratados por la Onemi.

En promedio se abastecen 1.500 litros semanales por grupo familiar, lo que al año representa un promedio de 19 millones de metros cúbicos de agua potable, lo que va en ayuda de más de 1.200 personas cuyo costo asume el municipio.

Sin embargo, la Intendencia y la Onemi son las entidades que efectúan las contrataciones y tramitan los fondos de emergencia hídrica. Por ello, los camioneros y el jefe comunal hicieron un llamado a las autoridades para que se busquen los mecanismos para asegurar que los transportistas de la provincia tengan posibilidades reales de competir en el mercado y prestar este servicio en su propio territorio.