Fueron seis días de baile, música en vivo, comida, juegos típicos y mucho más, que dieron vida a la primera versión de la Fiesta de la Chilenidad, realizada en el Parque Anike, donde se recibieron visitantes de distintas partes de la región.
Finalizadas las jornadas distintos locatarios sacaron cuentas alegres, en comparación a años anteriores o según las expectativas de este nuevo formato de celebración.
Juan Pincheira, se dedica al cultivo de hortalizas y ha participado en distintas ferias realizadas en la comuna, asegurando que «me ha ido super bien, en comparación a otras veces, así que estoy muy contento».
Por otro lado, se encuentran Claudio Hurtado y su esposa, quienes participaron en las Fondas del 2018 y comentan que «este año ha sido muy bueno, en comparación al año anterior, este lugar llama a la gente».
Quienes más cambio vivieron, fueron las cocinerías, que por primera vez dejaron a un lado las fondas y se incorporaron a la carpa gigante.
En ese sentido Irene Cancino, del local “La Campesina”, quien trabaja desde hace siete años en la fondas, comentó que «esta ha sido una buena fiesta, ahora me fue mejor que el año pasado y la carpa es mucho mejor».
En otro local denominado “Ñi Ruka” se enfocaron en vender jugos naturales y tragos típicos, evitaron recordar la fiesta del año pasado, «este año nos ha ido bien y es bueno el sistema de la carpa, no vendemos puras cervezas, nos enfocamos en tener variedad y eso atrae a los clientes».
Por último, Rosa Jiménez y su cocineria «Rositas», manifesto que «para ser la primera fiesta, nos fue bien. Antes para mí era más gasto, porque había que construir, por lo menos para mí, pero ahora uno se puede acomodar más rápido para trabajar».
Finalmente tras una larga semana de celebraciones en Cañete, la nueva versión de la Fiesta de la Chilenidad encantó a grandes y pequeños.